Quizá una pizca de esperanza hubiera bastado para seguir soñando. ¿Pero para qué? ¿De qué me sirve que seas un producto de mi imaginación? Sé que no te quiero por lo que sos, sino por lo que eramos. Y fue ahí cuando apareciste otra vez, entonces me pregunto ¿Alimentar o destruir la ilusión que tenía de volver a ser lo que eramos? no lo sé, y hoy más que nunca afirmo que no quiero saber nada.

Me venía manteniendo y apareciste ¿Para qué? Si el día tiene 24 horas y sólo me haces bien 5 minutos ¿Dónde guardo las demás 23 horas y 55 minutos que nos quedan?
Cuando digo que no doy segundas oportunidades con vos mis reglas no se cumplen, sos la excepción, muero por volver a ser los que eramos antes pero no quiero causar confuciones, no de nuevo, y capaz suene algo egoísta  pero no quiero ni permito que me vuelva a pasar a mi, esta vez vamos a estar preparadas, mis barreras que siempre dijiste que tuve y yo.